martes, 10 de febrero de 2009

El rincón del último tablero: El debut

Ya tenemos aquí el primer jugoso artículo de esta sección, esperamos que os guste y que nos contéis que os parece

OS RECOMIENDO QUE VEÁIS LA PARTIDA EN UN TABLERO





Aquí os traigo la primera partida por equipo que he disputado. Era mi debut en este tipo de competición y en próximas fechas os contaré las impresiones, bastante positivas, que me embargaron al luchar junto a unos cuantos amigos por un bien común, en este caso que el equipo Ateneo San Jorge, al cual pertenezco, consiguiera unos valiosos puntos que buena falta nos van a hacer para optar al ascenso a Primera Regional. Al final ganamos 3-1, pero esa es otra historia.

En esta primera ocasión ocupaba el cuarto (y último, no lo olvidemos) tablero y me jugaba el punto con un chico de 18 o 19 años llamado Ismael Granero, quien, al igual que yo, no posee Elo, ni fide, ni feda, ni cristo que lo fundó.

He de deciros que como me ha recomendado un buen amigo, volví a analizar la partida y por ello las conclusiones definitivas las he puesto en cursiva y servirán para que todos veáis como cambias de opinión respecto a una partida cuánto más analizas dicha partida y por ende te “metes más en ella”, algo que todos deberían tener en cuenta.

En esta partida yo jugaba con negras, así que no será muy difícil adivinar que mi rival empezaba moviendo, y lo hizo con el peón de dama.

1.d4 d5
2.Cf3 Cc6?

el desconocimiento de las aperturas es algo que intento corregir, pero mi mentor, Enrique, creador de este blog y primer administrador, se obceca en que juegue siempre aperturas abiertas, por lo que es muy sencillo sorprenderme con cualquier apertura de peón de dama.

(realmente no se debe ser tan crítico con esta jugada pues fácilmente podría transponer a la defensa Chi gorrín o a la variante Ragozin)



Mi rival no tardaría en clavarme el caballo de c6 y esa clavada, mantenida durante toda la apertura, me condujo a problemas graves que no supe resolver.
(en realidad parece que según mis “analistas”resolví este problema de la mejor manera)

3.c3 Af5
4.Cbd2 Cf6
5.e3 e6
6.Ab5 Ad6

Comienza la clavada, que obviamente intentaba explotar el contrario llevando su caballo a e5. Tras pensar un rato opté por defender esa casilla con mi alfil, aunque esto me obligaba a un prematuro cambio de este por el caballo, pero no encontré otra solución.

(ahora he llegado a la conclusión de que no jugué mal)

7.Ce5 Axe5
8.dxe5 Ce4

La otra opción que vi era Cg4, pero mi caballo, y la posibilidad de que tuviera que llevarlo a la columna h , era algo que me incomodaba.

(esto era lo que pensaba al poco de terminar la partida pero parece muy bueno para el negro Cg4 y tras la única Cf3 , el negro juega Ae4 y tiene un juego magnífico, aunque también Cd7 es bastante buena)

9.Cxe4 dxe4

Preferí comer de peón y abrir la columna de mi dama, que hacerlo de alfil. Mi idea era luego proponer el cambio de damas, con lo que los peones volvían a desdoblarse. El cambio era casi obligatorio para las blancas, a no ser que prefiriesen perder sin compensación su peón central.

(pero claro el blanco podía haber jugado Dxd8+ y doblar los peones en c6 en cuyo caso la posición blanca parecería preferible aunque habría alfiles de distinto color y parece que la partida debería encaminarse a tablas, mientras que tras el enroque blanco, éste tiene la pareja de alfiles)

10.0-0 Dd5
11.Dxd5 exd5
12.b3 a6?¡

Un error clarísimo. La idea del blanco era desarrollar su alfil por a3 e impedir mi enroque, y mi respuesta a su plan fue a6 para intentar expulsar el alfil de casillas blancas, con lo que demoré el enroque lo suficiente para que ya no pudiera hacerlo en toda la partida, perdí un tiempo hostigando al alfil y mi rival aceptó encantado tomar mi caballo y doblarme peones en la columna c.

(ahora veo claro que sin damas puedo enrocarme largo y no tendré problemas con lo que no es un error esta última jugada)

13.Axc6+ bxc6
14.Aa3 Rd7
15.f4 exf3
16.Txf3 Ag6
17.Tf4 The8

Reconozco que no le veo la intención a Tf4, así que seguí con mi idea de comerme el peón central de las blancas, algo que prácticamente ya no iba a poder evitar mi rival.

(lo cierto es que el blanco podía jugar Ac5 con idea de Ad4 o mejor aún , Tc1 seguido de Ab2 con idea de c4 y tocar en e5 y g7 manteniendo el equilibrio más o menos)

18.Te1 Txe5
19.Ab2 Tae8
20.Ac1 Te4
21.Tf3 c5

Las blancas intentan evitar cambiar torre y que el negro centralice su alfil o su torre de e8, y la retirada de la torre la aprovecho para avanzar el peón de c. Después de todo la teoría dice que en algún momento de las aperturas de peón dama el negro ha de jugar c5, y más vale tarde que nunca. Lo curioso es que en toda la partida el blanco trató de presionar los peones doblados de la columna c, lo que además creo que me evitó problemas.

(ahora sé que el negro no debe hacer obligatoriamente c5 pero debe intentar esa jugada o e5 aunque ya no estamos en la apertura…)

22.Td1?? c6

Si bien había ya visto la enfilada de las dos torres blancas en la diagonal, me dio miedo que la torre de d1 comiera el peón de d entrando en jaque. Un somero análisis me revelaba que después de 22...Ah5, 23.Txd5+ la simple respuesta ...Rc6 tocaba ambas torres, por lo que tenía asegurada ganar calidad, pero no quería perder un peón central, así que preferí esperar un tiempo, en el convencimiento de que mis piezas estaban más activas y que incluso pudiera darse la circunstancia de que mi rival no hubiera reparado en la enfilada, dado que además los dos estábamos jugando muy rápido, tanto que a esas alturas de la partida no llevábamos consumidos ni 20 minutos cada uno, de las 2 horas de las que disponíamos por bando.

(madre mía , si llego a hacer Ah5, tras Txd5+ las dos piezas quedan tocadas pero con la simple th5 se acabaron los” tocamientos”)

23.Rf2? Ah5
24.Aa3 Axf3
25.gxf3 Txe3
26.Td2 Txc3
27.Ab2 Tee3
















Cuando Enrique vio este movimiento le faltó muy poco para agredirme, físicamente digo, eh. Suerte que la buena de su mujer le ha dicho que tiene que tener más cuidado con el trato que dispensa a la gente, sobre todo a sus amigos.

28.Axc3 Txc3

Mi idea era muy simple: en lugar de aferrarme al material ganado y mover 27 ...Tce3, lo que implicaba perder el peón de g7 y con él la mayoría de peones en el flanco de rey, en vistas a un eventual final, al margen que después de devolver la calidad que llevaba de ventaja podía obligar a las blancas a cambiar un peón y desdoblar los de la columna c. Así que después de un rato pensando llegué a la conclusión de que desdoblar los peones de c, conservar el peón de g y la mayoría en el ala de rey era suficiente compensación como para devolver la calidad.

Por contra, Enrique me insistía que conservar la calidad y doblar mis torres en la columna e era mucho más interesante y cauto que entrar en un traicionero final de torres y peones, por mucho que fuera a quedar con tres peones de ventaja en el final.

29.Rg3 c4
30.bxc4 Txc4
31.Tb2 d4
32.Rf2 d3
33.Re3 Tc2
34.Tb4 d2

Gana, pero bastante más simple sería empezar a comer peones con Txh2 y luego Txa2

35.Td4+ Re6
36.Re2 Dd1+??

Otro error. Lo más grave es que es producto de la precipitación, cuando todavía me queda hora y media en el reloj. Lo normal es mantener la posición, comerme el peón de a2 y empezar a avanzar con los otros peones, dado que las blancas no pueden cambiar torre por torre y peón, pues quedarían en un final perdido; o bien coronar y comerme también el peón de h. Cualquiera de las dos opciones hubiera sido correcta.

(Enrique casi me da otra paliza al comentarles la segunda opción, porque en este tipo de posiciones aunque ambas jugadas ganan lo fácil sería poner a jugar el rey porque las blancas están paralizadas por el peón en séptima)

37.Rxd1 Txa2
38.h4 c5

Evitando que su torre entrara en mi séptima fila. Ya sólo era una cuestión de paciencia. La partida continuó hasta la posición del diagrama,









donde tras 55...Tf3 y 56 Txg4 la partida quedaba definitivamente sentenciada, pues tras el jaque de la torre negra en g3 obliga al cambio de torre y por dos módicos peones entregados en f y g, el negro se asegura la coronación del peón c.

(Recordad que las partidas se han de analizar despacio y si es posible con jugadores que jueguen mejor que vosotros, pero de manera que podáis aprender algo, pues de nada sirve decir luego “si hubiera hecho esta jugada el Fritz me da +1.20...”, máxime cuándo no sabemos porqué tenemos esa ventaja...)

Javier.



















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